sábado, 26 de mayo de 2012

La señora del nueve




Cuatro mujeres pusieron
un prostíbulo
en el departamento uno.

La del doce volvió a la vida;
indignada, se excita
combatiendo a las putas

Citamos a un abogado el jueves;
el octogenario de la unidad siete
me pide que baje
unos minutos antes.

Se juega la vida,
apuesta la decencia, 
el ridículo,
la demencia senil:
dice que está enamorado de mí.

Con confianza le diría
que yo también soy perversa,
que la piel de los veinteañeros
me encanta.
Me gana la piedad, no lo ofendo:
Digo que me halaga
pero le recuerdo,
soy casada.

Toca timbre el Letrado.
Es la desidia hecha gordura
tiene las uñas negras
de mugre
Nos desalienta un poco
con lo del lupanar. Cuando se va 
me besa la mano
me dice "princesa"

Vampirizada, 
vuelvo a casa con dolor de panza.

Esa noche, sueño
que unto con aceite a un joven
vestido de gladiador romano.

No se por qué estamos tan enojados
con las chicas de la planta baja.

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